11/2/2023
Raw Rooms. 43 VPO en IbizaEn un entorno heterogéneo sin un tejido urbano claramente definido, la propuesta de viviendas sociales busca adaptarse al clima local, caracterizado por inviernos suaves y veranos cálidos con alta humedad. Ante el problema de la pobreza energética, se ha buscado que las viviendas no requieran sistemas activos de calefacción ni refrigeración, lo cual ha condicionado el diseño, desde la orientación del edificio hasta su sistema constructivo.El sistema constructivo emplea muros de carga de bloques de tierra compactada (BTC) de 20 cm de espesor y una densidad de aproximadamente 2000 kg/m3, proporcionando gran inercia térmica, suficiente masa para resolver la acústica entre vecinos con una sola hoja y una baja huella de carbono. Además, las arcillas confieren un comportamiento higrotérmico que ayuda a regular la humedad ambiental.Fotografía: José HeviaPriorizando el asoleo y la orientación hacia el mar para captar los vientos dominantes del Embat durante el día y del Terral por la noche, la propuesta organiza tres unidades de hasta cuatro viviendas por rellano alrededor de un patio, permitiendo ventilación cruzada en todas las tipologías. Se trata de un proyecto de alta densidad que concentra la edificación en una pieza cuya escala dialoga con los edificios circundantes. A la vez, adopta un grano más pequeño de retranqueos, en consonancia con el volumen de las viviendas unifamiliares vecinas, a través de discontinuidades que favorecen el uso de azoteas como terrazas o cubiertas vegetales.El resultado es una volumetría articulada, con profundidad y altura variables, que multiplicael número de esquinas, incrementando la velocidad del aire y mejorando la ventilación en un clima como el de Ibiza, donde el comportamiento del edificio en verano es especialmente relevante.
Fotografía: José HeviaEl proyecto plantea un sistema de habitaciones comunicantes al tresbolillo, insertadas entre los muros de carga principales y de traba, de manera que la estructura conforma el espacio. Este sistema no distingue entre la agregación y las unidades de vivienda, sino que pone en valor la habitación como unidad espacial y proyectual. Cada módulo de 4m x 3m cuenta con 12 m2 de superficie, independientemente de su uso. Las unidades constan de entre cuatro y seis módulos, acorde con un programa de vivienda social de uno, dos y tres dormitorios.El resto de compartimentación, puertas y carpinterías se plantean en madera de alerce, contrastando con la crudeza de la tierra. Al ubicar la cocina-comedor en el centro de la vivienda como módulo distribuidor, se eliminan pasillos y se visibiliza el trabajo doméstico, evitando roles de género. Para lograr flexibilidad y adaptabilidad, se redistribuyen las superficies, de modo que la sala cede espacio al resto de habitaciones, eliminando la hegemonía del estar, optimizando la planta y obteniendo su máximo rendimiento.
Fotografía: José HeviaPara reducir la demanda energética tanto en invierno como en verano, se dispone una cubrición sobre el patio que funciona como atrio en invierno y chimenea solar en verano.Durante el invierno, el edificio adopta una forma compacta, captando calor a través de las galerías y atrios, y se protege con un SATE de corcho para evitar puentes térmicos e infiltraciones. La inercia térmica ayuda a mantener el calor durante la noche. Sin embargo, en verano, el atrio se abre y se despliegan las protecciones solares para aumentar el factor forma del edificio, permitiendo la disipación de calor y aumentando la velocidad del aire para mejorar la sensación térmica y el confort.Con el objetivo de incrementar la superficie de captación de los atrios, los patios se expanden en las plantas superiores, generando espacios comunitarios que actúan como invernaderos, facilitan el acceso a las cubiertas ajardinadas y promueven la socialización. Las escaleras conectan estos invernaderos con los rellanos de entrada a las viviendas y los patios de uso comunitario, resultado del vaciado de la volumetría. Una entrada única vincula los tres vestíbulos mediante un pasaje, acondicionado con gravas que drenan directamente al suelo, al igual que los jardines y patios privados de la parcela. Árboles, plantaciones y mobiliario urbano transforman el pasaje en un espacio de interacción para los vecinos.
10/23/2023
Así se hizo. Aularios de la Universidad San JorgeConceptualmente el proyecto necesitaba adecuarse a las necesidades del Campus Universitario. Para crecer ordenada y paulatinamente, se concibió el proyecto desde la globalidad, pero faseable y comprensible desde las partes.El resto de premisas se abordaron aplicando principios de economía de medios, rápida ejecución, máxima flexibilidad en el uso y en el crecimiento y eficiencia en su planteamiento energético.Consta de cuatro volúmenes con orientación norte-sur, construidos dos actualmente en fases diferenciadas, y de una calle longitudinal cubierta acristalada con orientación este-oeste, que los une por uno de los extremos. Los espacios exteriores entre edificios procuran superficies ajardinadas acogedoras, protegidas, por la galería, del viento del oeste.Los edificios se configuran como plantas libres de 12 metros de luz y 500 metros cuadrados diáfanos, en un formato desde dos a cuatro plantas, y destinadas cada una a un uso: Biblioteca, Aularios, espacios de Estar-Mediateca, etc. Permiten máxima flexibilidad, el módulo 6x12m, la planta diáfana libre de pilares, y la disposición compacta de núcleos de comunicación y aseos, lo garantizan.La construcción por fases, respondiendo a una lógica del lugar desde la gran escala y la escala próxima, va integrando la naturaleza en los espacios con una intervención mínima, respetando la orografía ataludada, resultando una arquitectura integrada en el lugar.La estructura y la envolvente responden a la necesidad de una rápida ejecución, y contribuyen a la eficiencia energética global, también el aprovechamiento geotérmico del terreno, las placas fotovoltaicas o la centralización de las instalaciones en una galería bajo el corredor.<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/mN50Ejy-Fmw?si=zH9tLyATLYMmRkV6" title="YouTube video player" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen></iframe>
9/11/2023
Así se hizo. Documental Construyendo con árboles vivosConstruyendo con Árboles Vivos es el título del primer episodio de una serie de documentales que explora las obras de Al Borde. Con él, además, inauguramos nuestra sección Así se hizo. La historia tras el proyecto.En ella, cada mes, presentaremos un nuevo vídeo que se adentrará en los entresijos de un proyecto, en su intrahistoria.Se trata de una sección que haremos entre todos, en la que podrás participar. Si te interesa, accede a toda la información aquí. Este primer vídeo se centra en la Casa-Jardín, una vivienda unifamiliar ubicada en la zona suburbana de la ciudad de Quito, diseñada para un ecólogo. La casa se desarrolla en tres pequeños pabellones independientes de estructuras híbridas que combinan árboles vivos con diferentes sistemas constructivos, haciendo uso de una técnica vernácula de cercas vivas que se utilizaba en los Andes desde tiempos precolombinos.La Casa-Jardín es una búsqueda de coexistencia entre la arquitectura y la naturaleza. Se sustenta en un saber de construcción propio de la región que fusiona técnicas ancestrales precolombinas con las necesidades y desafíos contemporáneos, interconectando arquitectura, tradición y contexto. Nos plantea la búsqueda de una identidad propia, fundamentada en una identidad local.PARA VER EL DOCUMENTAL PULSA AQUÍCríticos InvitadosLucía Durán, PHD. Directora Ejecutiva, Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado. EcuadorInés del Pino, PHD. Docente e Investigadora, Pontificia Universidad Católica del Ecuador. EcuadorNivaldo Andrade, PHD. Docente e Investigador, Universidade Federal da Bahia. BrasilFicha TécnicaGuión y Dirección: Pedro y Pablo OrellanaProducción: Al Borde y Pedro OrellanaDirección de Fotografía: Analía TorresSonido Directo y Mezcla: Andrés GalarzaMontaje: Pablo OrellanaColor: Leonardo EspinozaCon el Apoyo de: Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Patrimonio del EcuadorMedia Partner: Archdaily
9/5/2023
Casa en rojoLa urbanización Calas de Guisando se encuentra en Cebreros, Ávila. Esta finca está dedicada al disfrute de la naturaleza, el relax y los deportes acuáticos en el atractivo embalse de San Juan.El respeto hacia el paisaje, la topografía natural y la vegetación existente son los principios fundamentales de nuestro trabajo.Fotografía: Montse ZamoranoUna casa unifamiliar para el fin de semana, algo más de 345 metros cuadrados, en un terreno de casi 1021 metros cuadrados con un desnivel de 16 metros entre el nivel de entrada (Oeste) y el agua (Este).Para una familia, compuesta por los padres y sus cuatro hijos, los espacios de reunión de sala y cocina deben estar conectados y propiciar la unidad familiar. También será valiosa el espacio exterior, especialmente en verano.La parcela se encuentra perpendicular al embalse y disfruta de unas vistas privilegiadas y acceso privado al agua en todo su límite Este.Se aplica un alto grado de protección a la parcela debido al valor ecológico del embalse y su vegetación circundante.Otras cosas importantes son la independencia espacial de los diferentes miembros de la familia, la posibilidad de conexión autónoma con el exterior y la continuidad visual existente en todos y cada uno de los niveles de la casa hacia el agua sin interferencias de la “arquitectura construida”.
Fotografía: Montse ZamoranoLa planta de la casa es la consecuencia directa del pleno respeto hacia la topografía y arbolado existente; creciendo y acortándose donde esté permitido.La conexión entre el nivel de entrada y el acceso al agua se gradúa mediante tres niveles intermedios en los que los diferentes miembros de la familia encuentran sus espacios privados y conectan fácilmente tanto con el nivel exterior como con el público del salón y la cocina, situados a modo de ombligo, entre el nivel de los padres y el de los niños. La relación que esta casa establece con el entorno es de permeabilidad y aprovechamiento.La zona de servicio tiene entrada independiente con un patio contiguo ubicado al inicio de la casa. Está equipado con espacio de almacenamiento y un área de trabajo flexible.Asimismo, el invitado, encuentra su propia independencia por medio de la circulación y se ubica cerca de la entrada principal.El horizonte será la referencia constante. Su experiencia variará a lo largo de la casa en relación con los demás elementos de la naturaleza: Un horizonte visto cerca del cielo y las copas de los árboles, a través de las interferencias de los troncos de los árboles o conectado espacialmente por la orilla.La casa tiene en cuenta criterios de sostenibilidad en los que se utiliza alta tecnología, construida en madera, tratando siempre de preservar los recursos naturales sin implicar inversiones en alta tecnología y con un menor impacto en el medio ambiente.La construcción en madera requiere menos energía, significa menos impacto ambiental y menos huella de carbono que las convencionales. El cuidadoso desarrollo de la planta dejará intactos los árboles. Te servirán como una protección sombría frente a las altas temperaturas del verano.
6/6/2023
Adecuación paisajística e intervención en la Almadraba de Nueva UmbríaUbicado en el paraje natural de la Flecha de Nueva Umbría, el Real de la Almadraba fue edificado en 1929 tras cuatro siglos de este arte de pesca del atún en el litoral onubense. El conjunto se compone de tres ámbitos bien diferenciados: un área formada por una serie de galpones emplazados a modo de campamento donde habitaban los trabajadores de la Almadraba, la Casa del Capitán y el grupo de piezas industriales que permitían el mantenimiento de los pertrechos de pesca, compuesto por el embarcadero, la caseta de gasoil, la caldera de fundición del alquitrán y su chimenea, y el alquitranadero. Finalmente el Real de la Almadraba se abandonó en los años setenta y fue declarado BIC en 2015.Fotografía: Fernando AldaLa intervención actúa sobre las piezas industriales y se completa con un nuevo sendero peatonal que une la desembocadura del río Piedras y el océano Atlántico. La rehabilitación se divide en dos ámbitos, el embarcadero y la caseta de gasoil, de los cuales apenas restaba su traza, y la caldera, la chimenea y el alquitranadero, en mejor estado de conservación aunque necesitados de una fuerte intervención. El embarcadero era una pieza inundable construida con piedras del lugar a modo de dique. Las dificilísimas condiciones de ejecución, a expensas de las mareas y de las complejas condiciones de abastecimiento, han conllevado que reconstruyamos el embarcadero con una técnica cercana a la manera romana: a partir de la traza del antiguo embarcadero, utilizando sus restos como cimentación, se ha construido un muro perimetral de hormigón ciclópeo con piedra grauwaca del lugar mediante tongadas que aprovechaban la bajamar para su puesta en obra. Esos muros, armados con fibra de vidrio en vez de acero para evitar la corrosión, quedan arriostrados por una solera inferior y otra superior. Esta forma de construcción donde el hormigón es vertido por tongadas y picado posteriormente, conforma un volumen estratificado, casi geológico, más cercano al origen de este tipo de embarcaderos y acorde al conjunto protegido y al borde fluvial. Finalmente, la solera superior que conforma el pavimento del embarcadero, se acanala mediante un molde ejecutado in situ que genera un dibujo en espiga, motivo que se repite en el Real de la Almadraba en los pavimentos que estaban dedicados al escurrido del alquitrán fundido para su recuperación.
Fotografía: Fernando AldaPor otra parte, la rehabilitación de la caldera, la chimenea, el alquitranadero y el escurridero, ha partido de criterios filológicos, gracias a que su estado de conservación permitía deducir las técnicas constructivas y los acabados que habían presentado en el pasado. A la pieza de la caldera se accede desde el pavimento acanalado del embarcadero que culmina en ella, desde este punto es posible comprender todo el proceso de protección de los pertrechos de pesca. A la caldera, compuesta de dos hornos y la chimenea, se sube a través de una escalera cuyo ámbito central presenta un almohadillado que permitía el ascenso de los barriles de alquitrán, el cual se fundía y pasaba al alquitranadero donde las artes de pesca se colgaban de un tendedero situado entre dos pilastras que descendía hacia los dos pozos de alquitrán fundido con una polea y quedaban protegidas por la brea. Por último, las redes pasaban a la nave escurridero, donde se dejaban secar y se recuperaba el alquitrán fundido sobrante a través del suelo acanalado, remedado ahora en el embarcadero. La rehabilitación se ha llevado a cabo con piezas cerámicas de acarreo encontradas en el lugar y con morteros de cal y pintura al silicato que favorecen la transpiración de las fábricas y dota al conjunto de una apariencia que remite a su estado original, donde los volúmenes blancos, cuya geometría depurada devenía de su uso estrictamente funcional, destacaban en el paisaje.
Fotografía: Fernando AldaLa tercera intervención en el ámbito del Real de la Almadraba permite habilitar un camino accesible entre las dos márgenes de la Flecha. El alto valor paisajístico de este paraje natural protegido sugiere llevar a cabo una instalación reversible mediante un camino peatonal de madera que va introduciéndose en la espesura arbustiva de retama y chumbera. La geometría de esta pasarela resulta de salvar los dos potentes cordones dunares que anteceden al océano Atlántico, evitando así fuertes movimientos de tierra que alteraran el paisaje existente y pendientes excesivas que impidieran el acceso de personas con movilidad reducida. El diseño de la pasarela parte de los sistemas industriales habituales, aunque se han modificado las escuadrías para que los elementos de protección de la barandilla sean también de sujeción, resultando un elemento más abstracto que surca el paisaje sin denotar su escala y dificulta que los viandantes puedan acceder al paraje natural fuera del ámbito de la pasarela, protegiendo así la flora de junquillo, cardo, azucena y oruga de mar y los anidamientos de aguiluchos, cigüeñas y garcillas.
Fotografía: Fernando AldaEl proyecto sobre este conjunto paisajístico y arquitectónico protegido ha tratado de recuperar el sentido industrial del proceso almadrabero, revelando así la herencia patrimonial y etnológica de un arte de pesca milenario que convivía en sintonía con el paisaje del litoral onubense.
4/28/2023
Casa Sa CovaEl proyecto se sitúa en el núcleo antiguo de Portocolom nombrado “Sa Capella”. Se trata de un núcleo residencial construido alrededor de la parroquia de la Mare de Déu del Carme.La trama urbana consiste en calles ortogonales con parcelas alargadas. Las edificaciones ubicadas en la primera línea de costa cuentan además con un espacio adyacente a la edificación principal destinado a la guarda de las embarcaciones y útiles para la pesca. Estas construcciones sencillas ejecutadas con bóvedas de marés o de ladrillo y denominadas como “barraques” o “escars” se convierten en el acceso por mar a dichas viviendas estableciendo un entorno y un paisaje auténtico caracterizando el lugar.Fotografía: José HeviaEl solar se ubica en la plaza Sant Jaume y se caracteriza por un frente de fachada de tan solo 2,85 m ensanchándose posteriormente hasta los 3.20m. La longitud total de la parcela es de 18.00m.Al situarse en una plaza pública y en una zona muy concurrida, se opta por crear un colchón acústico y al mismo tiempo térmico. Ejecutado con muros de carga de marés de 20cm y bóveda de cañón de marés de 8cm de espesor, este volumen se convierte en el “escar” o “barraca” de acceso a la vivienda. Este espacio dota de privacidad a la vivienda creando un espacio de transición interior-exterior, que permite mantener abierta la puerta de acceso aprovechando así la ventilación cruzada que aporta la brisa marina local denominada “embat”.La integración paisajística en un entorno tan peculiar se consigue utilizando la piedra de marés (piedra local utilizada en la construcción de la iglesia y de muchas otras construcciones locales) como elemento principal de la fachada y con el diseño de la valla de cerramiento similar al de las “barraques” utilizando listones verticales armados sobre unos travesaños horizontales. El color elegido para la valla es el mismo que existía en el cerramiento original y se complementa por los tonos pastel que ambientan la plaza y algunas de las casas más antiguas del núcleo.
Fotografía: José HeviaEn la planta baja, a continuación de la zona de acceso, se plantea un espacio diáfano donde se ubica la cocina, el comedor y la sala de estar abiertos al patio posterior que permite la ventilación e iluminación de dicho espacio. Entre la zona de entrada y el resto de planta baja se introduce un desnivel que permite adaptarse mejor a la topografía inicial del terreno y minimizar la actuación, así como también disponer de una mayor altura en la zona posterior de la planta baja. La carpintería ubicada al fondo de la construcción y que se abre hacia el patio se realiza mediante cuatro hojas practicables que permiten abrir por completo la fachada posterior de este espacio e incorporar el patio a la vivienda eliminando temporalmente el límite entre el interior y el exterior.
Fotografía: José HeviaEn la zona central de la vivienda se ubica la escalera que conecta los diferentes niveles de la vivienda. La vivienda se forma a través de niveles alternados entre la zona frontal de la vivienda y la zona posterior, continuando con el mismo juego desarrollado en la planta baja, el cual permite un mejor aprovechamiento de los espacios de cada planta. A la vez este volumen central y dispuesto en vertical nutre de luz a los espacios adyacentes a la escalera y actúa como chimenea térmica de la vivienda. El diseño de la escalera combina el hormigón y la masividad del primer tramo con la ligereza y luminosidad de la chapa perforada pintada en blanco en los tramos superiores. En el primer nivel, orientado hacia el patio posterior, se ubica el baño y la habitación principal, y en el segundo nivel, en dirección a la plaza, se ubica la segunda habitación.La escalera continúa hasta las dos terrazas ubicadas sobre cada uno de los niveles descritos anteriormente, estas terrazas permiten la conexión con el mar en la terraza sureste y con la plaza en la noroeste.Se opta por la utilización de materiales y sistemas constructivos locales y de proximidad. Los materiales utilizados se producen en un vago kilometraje alrededor de la situación de la vivienda, reduciendo así la huella de carbono. Los trabajos han sido realizados por empresas locales y de la misma población.La estructura se realiza con muros de carga de fábrica de termoarcilla de 14cm de espesor y con forjados unidireccionales de viguetas pretensadas de hormigón suministradas y elaboradas en el mismo municipio. Los entrevigados se realizan con bovedilla cerámica curvada cocida con biomasa. Tanto la vigueta como la bovedilla queda expuesta aportando calidez y sinceridad a la construcción. Se opta por dejar en algunas zonas los muros de carga vistos siendo el mismo material y textura del ladrillo el que viste y caracteriza el espacio.
Fotografía: José HeviaEl espacio entre los nuevos muros de carga perimetrales y las medianeras de las construcciones vecinas, se aísla con paneles de algodón reciclado. También se utilizan estos mismos paneles aislantes entre las dos hojas de las fachadas. Fachadas acabadas por su cara exterior con piedra arenisca de “marés” creando una envolvente con gran masa, pero con la menor huella de carbono.Este material se elige por ser uno de los materiales locales industrializados con menos huella de CO2 y a la vez, por ser el material más característico de la construcción tradicional de la isla.En cuanto al resto de materiales, se opta por utilizar materiales sin disfraces. Se utilizan varillas corrugadas desudas para la ejecución de barandillas interiores y exteriores, que se convierten en elementos de puro diseño tras un simple ejercicio de geometría y combinación.Los pavimentos de planta baja y primera, a excepción de la zona de entrada, donde se utiliza el marés, es de hormigón pulido. En las terrazas se opta por baldosa de barro de 20x20 solucionando la evacuación de aguas con solo una pendiente y creando en los laterales unas canales abiertas con baldosa de barro, en este caso esmaltada color miel. Esta misma pieza se utiliza en los frentes de cocina y baños jugando con las dimensiones de las piezas. El uso de piezas de barro esmaltadas también se amplía a los alfeizares de las ventanas y cubre muros en los petos de cubierta.La carpintería utilizada es de madera de alerce siendo nuevamente un material de bajo impacto y larga duración con apenas tratamiento ni mantenimiento.La vivienda cuenta con unas instalaciones muy sencillas basadas en el aprovechamiento de la inercia térmica de los cerramientos y la ventilación cruzada. La climatización de las estancias se realiza con ventiladores de techo.En resumen, el proyecto trata hasta el último detalle la optimización de espacios y recursos, para conseguir un hogar adecuado y agradable para un uso diario y consciente.
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