Algunas cosas han cambiado en el trabajo de José Morales desde que visitamos, hace más de quince años, una de sus primeras obras. Una pequeña casa unifamiliar integrada en el casco urbano de El Garrobo en Sevilla. En la obra que hoy presentamos encontramos ecos de aquella primera intervención.
41 viviendas unifamiliares y 6 torres suman 127 viviendas de protección oficial situadas en Ceuta, en el Monte Hacho, una antigua cantera plagada de fosos donde el viento alcanza una velocidad media de 80 km/h y sopla 200 días al año.
El objetivo inicial del proyecto era claro: respetar al máximo el entorno. Por esa razón, unas veces las viviendas penetran en los fosos preexistentes, otras las rocas se introducen en las casas.
El conjunto está compuesto por dos módulos que se repiten, dos paquetes funcionales (dormitorios y cocina-salón) que, en las torres, se apilan verticalmente.
A las viviendas unifamiliares se accede desde la calle por la primera planta: salón, cocina y terraza. Esta última protegida del viento por muros de hormigón.
En las torres los huecos permiten la ventilación y la iluminación de las viviendas, protegiéndolas a su vez.
Dos son los materiales básicos del proyecto: el hormigón y la madera, a los que se suma una malla metálica protectora, piel en una de las fachadas.
Ubicación aproximada:
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