Dentro del Barrio de Elviña, sobre el tramo sur de la ronda de circunvalación de La Coruña, se levantan las 400 viviendas que José Antonio Corrales construyó para la Obra Sindical del Hogar.
Incluidas dentro de la unidad vecinal nº3 de este polígono, se organizan en tres largos bloques lineales paralelos entre sí que, más allá de alojar a 400 familias, conforman una unidad social que incluye amplios espacios de relación, una guardería, locales comerciales y algunas oficinas.
Huyendo del habitual bloque hermético en altura, Corrales decide introducir una galería longitudinal, al modo de la tradición gallega, que rompe cada una de las piezas en dos volúmenes, a la vez que sirve de elemento de comunicación entre ellas. Juega con las plantas por encima y por debajo de esta galería, así como con la profundidad de las viviendas, para desdibujar el volumen inicial; pero mantiene la galería como elemento común de los tres bloques, quedando éstos unidos mediante dos puentes, al nivel de las galerías, y estableciendo así múltiples itinerarios que permiten recorrer el conjunto sin salir del edificio.
Cabe destacar también cómo el juego de volúmenes se apoya en una clara modulación, tanto a nivel estructural como de organización de las viviendas, que se deja entrever en la definición de los huecos de fachada.
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