7/16/2020
La ComunaUna fundación y empresa privada solicitaron a los arquitectos de Natura Futura Arquitectura y Frontera Sur Arquitectura el desarrollo del proyecto La Comuna con el objetivo de mejorar el hábitat de una familia dedicada al reciclaje bajo unas condiciones insalubres y sin espacios adecuados para el desarrollo de esta actividad.Vista exterior La Comuna. Fotografía: José Fernando Gómez y Cristhian BravoLa Comuna busca mantener un dialogo constante con el desarrollo de la ciudad a través de las distintas actividades que se desarrollan tanto en el interior y como en el exterior de la propuesta, convirtiéndose en un intermediador que facilita los procesos productivos y que impulsa el emprendimiento de los propietarios.
Zona de trabajo en planta baja. Fotografía: José Fernando Gómez y Cristhian BravoEl proyecto cuenta con un área en la planta baja que funciona como espacio de almacenamiento y clasificación de los residuos, se crea un área dedicada únicamente al trabajo que contribuye al aumento de la productividad de la familia. Para facilitar el proceso de reciclaje en Huaquillas, se han situado en puntos estratégicos de la ciudad una serie de contenedores de colores que se identifican con los distintos residuos.
Entrada a la planta baja. Fotografía: José Fernando Gómez y Cristhian BravoEn la planta alta se incorpora una vivienda adaptable que se fusiona con el espacio de producción de la planta baja de acuerdo a las necesidades de la familia. La vivienda parte desde la contraposición entre experimento y proyecto, en ella predominan dos conceptos clave: la permeabilidad espacial y la autogestión del espacio.
Vista desde la primera planta. Fotografía: José Fernando Gómez y Cristhian BravoEl sistema estructural del edificio se conforma a partir de 6 módulos de 12 m² cada uno, visibles gracias al sistema de aberturas del mismo. Para conseguir una habitabilidad flexible, los usuarios disponen de paneles giratorios que permiten modificar el espacio en su día a día.
Mobiliario móvil en planta primera. Fotografía: José Fernando Gómez y Cristhian BravoLa comuna se convierte en un hito para la ciudad debido al proceso de transformación que tuvo, con antecedentes de insalubridad y contaminación. El proyecto comunica un discurso de concienciación a través de su fachada con un mensaje, generando reflexión entre lo privado y lo público a través de la arquitectura y del reciclaje.
7/9/2020
Entorno del faro de Estaca de BaresEl entorno del faro de Estaca de Bares es un lugar de un carácter excepcional, tanto por su singularidad geográfica, como por sus valores patrimoniales. Estaca de Bares es el punto más septentrional de la Península Ibérica y en su extremo se encuentra un faro de mediados del siglo XIX levantado sobre el yacimiento, de un castro prehistórico de incalculable valor patrimonial. A escasa distancia del faro se hayan los restos de una base militar norteamericana que estuvo activa hasta los años 90, y muy cerca se encuentra un importante punto de observación de aves migratorias que sobrevuelan Estaca en su camino desde el norte de Europa hacia la península Ibérica. Todo este conjunto de valores ha convertido este entorno en un punto de gran interés turístico.Vistas desde la plataforma. Fotografía: Héctor Santos DiazEl espacio de actuación se centra en una plataforma de unos 2.000 m² situada a escasos metros del faro. Sobre ella se levantó en su día el primer parque eólico de Galicia que una vez desmantelado a finales de los años 90, se convirtió en aparcamiento para los visitantes. El proyecto surge de la necesidad de mejorar la plataforma debido al deterioro sufrido por su uso constante, en un entorno con además una climatología muy exigente.
Vistas desde la plataforma. Fotografía: Héctor Santos DíezPara resolver esta necesidad el equipo optó por una superficie adoquinada ejecutada con granito local. Para resolver las necesidades básicas de ordenación, se propone un equipamiento y una señalética que nacen a partir del pavimento con la intención de reducir al máximo su presencia.Como borde de protección del aparcamiento con el acantilado, se generaron unos planos quebrados, que a modo de parapetos inclinados se levantan con el mismo material que el suelo. Estos constituyen al mismo tiempo el límite para los automóviles y un espacio de asiento con vistas al océano.
Parapeto inclinado. Fotografía: Héctor Santos DíezA mayores, la propuesta ha pretendido liberar el lugar de ciertas construcciones en desuso, alguna de gran porte como fue la antigua torre de señales acústicas y otras de menor tamaño como los antiguos cierres y las columnas para instalaciones del antiguo parque eólico, elementos que distorsionaban el carácter natural del lugar.
Base de un aerogenerador del primer parque eólico de Galicia. Fotografía: Héctor Santos DíezEl objetivo del proyecto se centra en recuperar el carácter natural del lugar e intentar convertir un aparcamiento en un espacio de recepción, origen de distintos caminos y a la vez dotar a los minusválidos de un espacio donde sentirse protagonistas. El proyecto propone simplemente un marco con la intención de subrayar el carácter de la naturaleza de este lugar y de ese modo intentar protegerla.
7/2/2020
Módulo de vivienda sostenible | 10 Historias de Arena10 Historias de Arenaes un proyecto donde se fabricaron diez módulos de vivienda temporal sostenible para diez familias afectadas por el fenómeno de El Niño costero, que tuvo lugar en 2017 en diferentes áreas desérticas al norte de Perú. La propuesta desarrolla un prototipo de vivienda sostenible de crecimiento progresivo y modular, optimizando los sistemas tradicionales del desierto, para situaciones posdesastre. El proyecto se construye mediante un montaje simple, utilizando materiales de origen artesanal e industrializado, que cumplen el requisito de ser de bajo costo.Vista aérea. Fotografía: Soledad Maldonado y Carlos Pastor Santa MaríaEn la investigación previa, tecnologías emergentes —tradicionales del desierto— fueron estudiadas y aplicadas como estrategias para resolver el edificio y su emplazamiento. Las tres variables utilizadas en el desarrollo del proyecto son:- Materiales no-industrializados: tejidos de fibra de origen orgánico en zonas rurales del desierto.- Materiales industrializados: desarrollados industrialmente, tipificados y modulados.- Prefabricación, que involucra las dos variables anteriores, resolviendo procesos donde los materiales permiten ser ordenados, cuantificados y ensamblados en el lugar final sin generar mermas, evitando su impacto en el entorno.
Materiales utilizados para la construcción de los módulos. Fotografía: Soledad Maldonado y Carlos Pastor Santa MaríaDurante el proceso de construcción, miembros de las familias participaron en el montaje del módulo habitable. Esta participación en la construcción del proyecto es clave para lograr su éxito. El objetivo del montaje participativo fue que las familias acogieran el módulo como su propio hogar, al haber sido construido por ellas mismas. Las familias construyeron aplicando técnicas de construcción tradicionales y ancestrales del desierto, como en la construcción del cerramiento, hecho de carrizo recolectado de zonas húmedas, y que es utilizado en el sistema constructivo tradicional de la quincha, el cual consiste en un entramado de caña recubierto con barro.
Proceso de construcción de la estructura. Fotografía: Soledad Maldonado y Carlos Pastor Santa MaríaEl proyecto contempla un 80% de materiales de origen orgánico, de uso común entre los habitantes rurales, y un 20% de materiales prefabricados, que dan el soporte estructural al proyecto en relación al entorno que enfrenta. Los materiales orgánicos pueden ser reemplazados cuando su ciclo de eficiencia termine. Esto busca incentivar el cultivo de carrizo para el beneficio de las comunidades.
Montaje de la envolvente. Fotografía: Soledad Maldonado y Carlos Pastor Santa MaríaEl edificio utiliza estrategias climáticas pasivas para mantener una temperatura de confort constante dentro del clima del desierto. El edificio está modulado en 1,22 por 2,44 metros, medidas estándares en formatos de materiales derivados de la madera, como el contrachapado o paneles de madera, además de la prefabricación de distintos elementos industrializados, a fin de lograr una eficiencia máxima de los materiales, y un mínimo de residuos.
Detalle del encuentro de la estructura y la envolvente. Fotografía: Soledad Maldonado y Carlos Pastor Santa María
6/25/2020
El CamaroteEl Camarote es una vivienda de bajo costo ubicada en las afueras de la ciudad de Quito. Está implantada en un sector que a mediados de los años setenta era bastante rural, rodeado de vías angostas y grandes maizales. Actualmente, el contexto de campo y paisaje rural ha cambiado radicalmente a causa del desarrollo y percepciones erróneas de modernidad. Así, el proyecto busca reconstruir la idea de una arquitectura lugareña que poco a poco se ha borrado a causa del acelerado crecimiento inmobiliario, reemplazado a su vez por una tipología habitacional intrusa y en serie, que ha exterminado el imaginario de campo.Vista exterior. Fotografía: JAG StudioLo rural, impreciso y artesanal de los vestigios del sector es el gran repositorio de ideas para experimentar con una arquitectura de pequeña escala y ligada a este paisaje vulnerable. En esta geografía residual se intenta decodificar texturas y colores, así como construcciones anónimas que componen un atlas visual de singularidades. El resultado es una vivienda compacta que dialoga con la memoria y los materiales locales.
Entrada de la vivienda. Fotografía: JAG StudioEl Camarote, es el nombre que en el transcurso del proceso adquirió el proyecto, en especial por su aproximación a los habitáculos de viaje donde todo es compacto, público y fluido. La propuesta está compuesta por dos plataformas de hormigón separadas del suelo, un esqueleto ligero de madera y una piel mixta (ladrillo, madera, metal y vidrio) que sella la vivienda. Esta envolvente esconde en su interior una topografía de espacios, que diferencia las áreas públicas de las privadas. El resultado final es un objeto rústico y multifacético, con muchas sorpresas, que dialoga intensamente con el exterior mediante los vacíos, las aberturas y los flujos de movimiento.
Vista panorámica de la planta baja de la vivienda. Fotografía: JAG StudioLa relación del interior con la vegetación, y la fusión entre estructura, piel y espacio, siempre bajo la guía de la manufactura de pequeños detalles, son los principales logros del proyecto. Como consecuencia surge un gran atlas de piezas y mecanismos singulares que son parte esencial de este proyecto. Estas condiciones artesanales imprimen a la vivienda una atmósfera de calidez y domesticidad, muy propias de una casa de campo.
Vista desde la entreplanta. Fotografía: JAG StudioEl proceso de imaginar la casa fue para el arquitecto una experiencia constante de reflexión e indagación. Por una parte, entender el impacto de una tipología serial, invasiva y deshumanizada que actualmente está presente en el valle y por otra, tratar de rescatar una memoria arquitectónica silenciosa aún existente en los alrededores. Con ello, el camino de pensar, sistematizar y construir la obra fue bastante experimental e intuitivo. El resultado, como tal, es un laboratorio de preguntas y respuestas.
6/18/2020
La Linda bakery CarrascoEl proyecto consiste en la transformación de una pequeña casa jardín de 1927, con alto grado de protección patrimonial, en una panadería y café.El nuevo destino implicaba incorporar un sector de producción que en sus dimensiones era incompatible con la superficie interior de la vivienda. Por este motivo se decidió destinar el espacio de la casa al sector público e incorporar el área de producción en una ampliación de nueva planta sobre el jardín.Entrada la Linda bakery Carrasco. Fotografía: Javier Agustín RojasA partir de esta decisión la posibilidad de plegar en un mismo acto los mundos de la cocina y el de los comensales se convirtió en el tema recurrente. Las escenas de la película de Peter Greenaway, “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, grabadas en un mismo set teatral reafirmaron esta idea.
Vista desde el jardín. Fotografía: Pablo Casals AguirrePor ello el nuevo sector de producción se dispuso totalmente abierto sobre uno de los laterales del jardín posterior. La gran apertura se resuelve con una viga alta de acero que interseca y libera parte de la vivienda existente. La viga se sostiene en un pilar en V invertido que evidencia el esfuerzo y coloca los diferentes elementos en equilibrio. La total apertura hacia el exterior convierte el sector de producción, la cocina, en la escena visual del jardín.
Interior de la casa jardín rehabilitada. Fotografía: Javier Agustín RojasDesde el punto de vista material los elementos preexistentes se restauran manteniendo los pavimentos y carpinterías originales. Los paramentos verticales y cielos se pintan de blanco con el fin de eliminar el peso de un habitar anterior.Teaser La Linda, Pablo Casals Aguirre
6/11/2020
Casa CincoEl proyecto está situado en un terreno rural de 8.000 m², sobre una pequeña colina desde donde se avista el río Cruces y los humedales cercanos a la ciudad de Valdivia, en el sur de Chile. Uno de los principales objetivos fue conseguir que el paisaje circundante inundase la vivienda, que esta fuese permeable desde su posición dominante sobre el humedal. Inicialmente se proyecta un pabellón simétrico con 5 huecos en las fachadas este y oeste que buscan la relación con el río.Vista exterior de la vivienda. Fotografía: Cristián AguirreLa construcción de madera pone en valor una tradición constructiva semi-olvidada en la región, aún observable en el paisaje sureño como son los espléndidos inmuebles de origen industrial y agrícola, testigos de la nobleza de este material nativo que permitía concebir obras con interesantes dimensiones, imposibles de realizar hoy en día con las especies de arboles disponibles.
Detalle de la envolvente. Fotografía: Cristián AguirreLa idea tras el diseño de esta vivienda unifamiliar es remirar la madera como material de construcción y proponer soluciones factibles con la madera aserrada y escuadrías corrientes que ofrece el mercado, resolviendo una ecuación básica: diseño versus dinero, es decir, como lograr la mayor expresión del material con el menor costo.
Fachada este. Fotografía: Cristián AguirreSe toman entonces las acciones necesarias para concebir la madera como lenguaje estético en dos dimensiones, como estructura y como revestimiento. Estructuralmente se trabajó con marcos compuestos de 20 cm generando 5 secciones donde se distribuye la nave principal y sus 5 vanos por lado, la estructura se deja completamente a la vista, la altura e inclinación de los marcos debe ser precisa para dar cabida a un segundo piso y recrear la proporción áurea tradicional de los galpones sureños.La madera como revestimiento responde a dos requerimientos, uno es a la protección de la madera por diseño y el otro es la calidad lumínica de los interiores. Se piensa en una piel que cubra todo el exterior y que logre distintos grados de transparencia dependiendo de la distancia entre las piezas que lo componen.
Vista interior planta alta abuhardillada. Fotografía: Cristián AguirreLa disposición horizontal de lamas permite una ventilación completa de cada pieza favoreciendo su durabilidad, considerando las duras condiciones climáticas de esta zona. En el sentido lumínico cuenta con celosías con lamas horizontales fijas en el segundo piso sobre ventanales norte y sur, y lamas verticales en los bastidores correderos de los 5 vanos en las fachadas este y oeste, que al desplazarse impiden el recalentamiento por radiación de la casa durante el atardecer, y abiertos durante el resto del día, permiten un enfoque nítido al río Cruces.
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