Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Josep Puig i Cadafalch, el Museo de Historia de Cataluña le rinde un homenaje con una exposición que presenta un recorrido por su carrera profesional.
Nacido en Mataró, estudió arquitectura en Barcelona y a los 24 años fue nombrado arquitecto municipal de su ciudad natal. Fue discípulo de Lluís Doménech i Montaner, y está considerado
el último representante del Modernismo catalán
.
Sus obras más representativas de esta época son la Casa Amatller, el palacio gótico urbano situado en el paseo de Gràcia y con especial relevancia, la Casa de les Punxes.
Ésta, originalmente llamada Casa Terradas, fue un reto y se convirtió en un símbolo de crítica al plan urbanístico del Eixample desarrollado por Ildefons Cerdà en 1860.
A partir de 1905, el arquitecto evolucionó a una tendencia arquitectónica más racionalista. Acorde con los gustos de la nueva alta burguesía, principales clientes de la época. Ejemplo claro de esta corriente es la Casa Pich i Pon, uno de los edificios más populares de la plaza de Catalunya, en el centro de Barcelona
Fue en esta época cuando desarrolló la actual sede de Caixaforum de Barcelona que nació como la Fábrica algodonera Casaramona.
Puig i Cadafalch se metió también en política, llegando a convertirse en el Presidente de la Mancomunidad de Cataluña en 1917. Cuando fue destituido, se mudó a Francia, donde se dedicó al estudio del arte romántico, hasta que en 1924 fue nombrado arquitecto principal de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.
La exposición del Museo de Historia de Cataluña reproduce desde el despacho del arquitecto, hasta sus materiales gráficos, obra arquitectónica, diseños o documentación política. Puede visitarse hasta el 15 de abril de 2018 en la primera planta del Museo de Historia de Cataluña.
HORARIO:
De martes a sábado, de 10 a 19h (miércoles, hasta las 20h) Domingos y festivos de 10 a 14.30h Lunes cerrado
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